sábado, 12 de noviembre de 2016

Se juntaron los chamos


El vértigo de los 'rapiditos' le regaló una noche plagada de goles a Venezuela

Imagen que muestra la cara más joven de nuestra selección, jóvenes que además de estar a la altura de lo que la situación pedía, se entregaron con el alma en la maltratada cancha de Maturín.


La noche se prestó para ver la revancha de un
Jacobo Kouffaty que salía lesionado la noche de su debut apenas transcurridos 4 minutos, el abrazo de Dudamel en el túnel daba presagios de la confianza depositada en él y respondió nada más y nada menos que marcando apenas pasados 3 minutos ¡lo hermoso del fútbol!.

El cómplice del primer tanto fue ese
Jhon Murillo que vive un momento dulce en Portugal y que pedía titularidad hace buen rato, fue un karma para los bolivianos por la banda derecha, su rapidez e irreverencia para desbordar le harán disfrutar pronto de más minutos en la selección y de un regreso inminente al club dueño de su ficha: Benfica.

Rómulo Otero
era otro que llegaba en gran estado de forma teniendo grandes actuaciones con Atlético Mineiro y trasladó su actualidad a la selección comiéndose literalmente la cancha con dribles y cambios de ritmos dignos de un jugador diferente además de su pegada seca que es un dolor de cabeza para cualquier guardameta.

Renzo Zambrano trabajó en una de las posiciones que más castings ha tenido, jugó al lado de Tomás Rincón y salió con gran nota, ofreció pase limpio y asistió en un quinto tanto que fue el cierre de la noche de los 'rapiditos'.

El Toro se soltó en Monagas. Josef Martínez fue la punta de lanza y se echó el peso ofensivo al hombro tras la ausencia de Rondón, siempre vivo, irreverente y astuto, logró el primer hat-trick para un venezolano en eliminatorias y fue el protagonista de la victoria más abultada para la vinotinto en su andar.

Al grito de Dani Hernandez de ¡Por fin! ¡Por fin! celebrando la victoria de un país que añoraba una noche así con su selección, Venezuela enfrentará a Ecuador en la altura de Quito en lo que puede ser el verdadero termómetro para medir la capacidad de estos chamos que dieron la cara por el país y que tienen hambre de seguir haciendo historia.

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